El turismo y la amenaza global
Un par de semanas antes de los últimos atentados terroristas, el secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT) defendía en la inauguración de la última edición de la ITB de Berlín que una de las prioridades de la industria turística era garantizar que los viajes sean seguros pero también procesos alejados de complejidades. Luego llegaron las explosiones y el turismo, como todo el mundo, contuvo la respiración.
Refiriéndose al tema del turismo y la seguridad, el secretario general de la OMT explicó en Berlín: «Los retos globales exigen soluciones globales y el desarrollo turístico depende en gran medida de nuestra capacidad colectiva de promover la seguridad y facilitación de procesos en los viajes. Debemos cooperar, no aislarnos».
Rifai pidió la plena integración del turismo en las agendas de seguridad nacionales e internacionales, y alertó de que «los retos en materia de seguridad que afrontamos hoy no deberían llevarnos a levantar nuevos muros», insistiendo en que «mejorar la seguridad y hacer que los viajes sean más fluidos son dos objetivos que deberían ir siempre de la mano».
Días antes de los atentados, el mandatario miraba al futuro con optimismo a tenor de los resultados obtenidos el año anterior: «A pesar de la creciente inestabilidad e incertumbre, 2016 será otro año de crecimiento para nuestro sector, un crecimiento que se estima rondará el 4%».
Lamentablemente, el 22 de marzo la OMT tuvo que hacer público un mensaje bien diferente: «La OMT está profundamente conmocionada por los trágicos atentados perpetrados en Bruselas. En nombre de la comunidad turística internacional, la OMT expresa sus más sinceras condolencias a los familiares y amigos de las víctimas y al pueblo belga en este difícil momento.
'En nombre de la comunidad turística internacional, la OMT transmite su más sentido pésame a los familiares y amigos de las víctimas y expresa su completa solidaridad con el pueblo y el Gobierno de Bélgica', manifestó el secretario general de la OMT, Taleb Rifai.
No es un ataque contra Bélgica, es un ataque contra todos nosotros y, tristemente, estos trágicos sucesos nos recuerdan una vez más que estamos ante una amenaza global que ha de abordarse de manera global», agregó.